DESCUBRIENDO LA LABERÍNTICA MEDINA DE FEZ el BALI
Fez es una de las ciudades imperiales de Marruecos, particularmente conocida como la capital cultural, espiritual e intelectual del país, centro del arte y la ciencia.
Sus dos barrios antiguos originales: Fez el Bali (o Fez antiguo) del siglo IX y el Fez el Djedid (o Nuevo Fez) del siglo XIII contiguo, conservan su ambiente y atmósfera distintivos. En conjunto, forman la medina de Fez que, en virtud de su destacado patrimonio arquitectónico, arqueológico y urbano, fue designada Patrimonio de la Humanidad en 1981.
Laberíntica, caótica y atestada, posee más de 300 barrios y 9.000 callejones, gran parte de ellos sin salida, por lo que orientarse es realmente difícil incluso para los más experimentados.
Es la Medina más grande y con mayor actividad de Marruecos y tiene el lujo de ser la mejor conservada de todo el mundo árabe y el mayor monumento vivo de todo Marruecos. Es la zona urbana más grande del mundo sin tráfico de coches, en cambio se utlizan burros, carruajes y motos.
En Fez el-Bali se encuentran los principales puntos de interés de Fez: el zoco de los curtidores, las plazas Nejjarine y Seffarine, las escuelas coránicas Bou Inania y Attarine, los grandes mercados de las calles Talaa Kebira y Talaa Seguira, el Mausoleo de Moulay Idrís y más.
Plaza Seffarine aún conserva uno de los oficios más antiguos de Fez, el de los artesanos caldereros.
Los caldereros se dedican a trabajar el cobre desde tiempos inmemoriales para producir algunos artículos como teteras, bandejas, ollas y otros recipientes trabajados en cobre rojo.
A pesar de que actualmente los caldereros se dedican a la reparación de antiguos recipientes, todavía no existe un rincón en la plaza en el que no retumben los sonidos de los artesanos golpeando el metal para darle forma.
Medersa Bou Inania. Una vez en el interior del patio, llaman la atención las paredes talladas a mano con gran precisión sobre estuco y madera. La parte baja de las paredes se ve cubierta por pequeños azulejos que componen infinidad de motivos geométricos.
Al contrario que en las otras medersas, la fuente de abluciones del patio aún se encuentra en funcionamiento para ser utilizada por los cientos de fieles que continúan acudiendo para la oración.
Desde el exterior, una de las características que más destacan es su torre que, al igual que el resto del tejado, se encuentra cubierta por brillantes azulejos verdes que reflejan la luz del sol.
El Mausoleo de Moulay Idrís
Moulay Idrís, patrón de la ciudad de Fez, es el santo más venerado de todo el país y se cuentan por miles los musulmanes que visitan el mausoleo para obtener su bendición.
Cinco siglos después de su muerte,, en el año 1308, se encontró un cuerpo en perfecto estado que se atribuyó al santo patrón, por lo que la zona se transformó en un lugar sagrado (Zaouia).
El mausoleo, localizado en la Place de Marche Verte, comenzó su construcción en el año 1717 y se vio finalizado en 1824, momento desde el cual se convirtió en el lugar más sagrado de la medina.
El edificio forma parte de un conjunto arquitectónico compuesto por la casa el Quitún (supuesta residencia de Moulay Idrís), la Mezquita al Asraf, la fuente y la casa del wudú (lugar para realizar las abluciones). El conjunto, conocido como al-haram (lo prohibido), constituía un lugar en el que los musulmanes podían encontrar refugio y asilo. Al igual que en la mayoría de los lugares de la ciudad, los no musulmanes tienen prohibida la entrada al santuario, pero conviene acercarse hasta la puerta para contemplarlo desde el exterior y conseguir una pequeña panorámica del imponente edificio.
El santuario se encuentra abierto las 24 horas del día, siempre disponible para que los centenares de musulmanes que se acercan desde todas partes de Marruecos puedan obtener su bendición.
La medina de Fez el Bali es sorprendente. El desafío es encontrar sus tesoros: antiguas mezquitas y elaboradas medersas con impresionantes patios decorativos, o hammams discretos de la vieja escuela y fondouks que se desmoronan (caravanserais). Hay zocos o mercados, tumbas e incluso los restos de un enigmático reloj de agua. Sólo tiene 200.000 residentes, y aparte de la electricidad y las mejoradas instalaciones de agua corriente, poco ha cambiado.
Las Tenerías de Fez
Fez tiene la virtud de conservarse como era
hace siglos, permitiendo contemplar en sus calles oficios tradicionales que ya
se han perdido en otros lugares hace mucho tiempo.
Un ejemplo claro de estos oficios es el
curtido y el teñido de pieles, materia prima de la famosa marroquinería, donde
se curten y se tiñen las pieles de dromedario, cabra, buey y camello, las
pieles más apreciadas para la fabricación de los artículos de cuero. Las pieles
de vaca u oveja también se utilizan pero están consideradas de una calidad
inferior.
Las tenerías se dividen en dos áreas: la de
las tinajas de amoniaco blanco, usadas para el primer tratamiento de las pieles
crudas y la de las tinajas de colores cargadas de tintes naturales como amapola
o azafrán, usadas para pintar las pieles dejadas en remojo durante 4 días.
Para que las pieles recobren un tacto
“agradable y flexible”, se utiliza una extraordinaria mezcla en la que se
incluye caca de paloma y orina de vaca, lo cual hace que una de las
características de las tenerías sea el fuerte y desagradable olor que genera el
tratamiento de las pieles animales que se manipulan.
Los turistas accedemos a las vistas de las
curtidurías a través de las tiendas de artículos de cuero, que cuentan con
terrazas a una altura considerable donde se puede observar detalladamente todo
el proceso. A la entrada suelen dar una ramita de menta o hierbabuena para
sobre llevar el mal olor que se despide durante el proceso de curtido.
Marrakech: Patrimonio Cultural de la Humanidad
La Plaza de Jemaa el Fna es la plaza central de Marrakech, ubicada en el corazón de la medina. En ella se desarrolla la vida pública de Marrakech tanto de día como de noche.
Lo mejor de la Plaza es la transformación que va sufriendo en el transcurso del día.
En el día se pueden encontrar desde domadores de monos, hasta encantadores de serpientes, pasando por dentistas exponiendo sus últimas piezas extraídas.
Además pueden verse gran cantidad de puestos de jugo de naranja, especias, menta y hasta un sector con vivero.
Al atardecer, cambia totalmente. Al caer la noche desaparecen los tenderetes de la mañana y se llena de puestos de comida donde poder cenar, músicos improvisados, contadores de cuentos y espectáculos de diferente índole.
Es un modelo de planificación urbana, dando prioridad a la gente, la cultura, el encuentro e intercambio.
Los 365 días del año es el punto de encuentro tanto de los lugareños a la salida de sus trabajos o de camino a ellos, como de la multitud de turistas que no dejan de maravillarse con este espectáculo único e indescriptible.
La plaza no puede ser contada, tiene que ser vivida !!!! En el año 2001 la Unesco proclamó e inscribió en 2008 El espacio cultural de la Plaza Jemaa el-Fna en la Lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.