Shalini tenía 16 años cuando recibió una propuesta de matrimonio, que provenía de los familiares de sus padres.Aunque su padre se mostraba reacio porque Shalini era demasiado joven y el novio era 10 años mayor, sin embargo, para los ojos de su madre era un "chico muy adecuado". El futuro novio tenía muy buena educación, estaba terminando su maestría y, para colmo, estaba trabajando en los Estados Unidos.El período de compromiso fue un tiempo de paz y felicidad para Shalini.En el momento de la boda, comenzaron a surgir grandes demandas por parte de la familia del novio. A Shalini no se le dijo nada sobre este asunto porque sus padres la consideraban demasiado joven.Después de todo, las demandas financieras nunca fueron directas y el padre de Shalini no las veía como una "dote", sino como algo que le correspondía hacer por su hija y su nuevo esposo.Shalini se mudó a Estados Unidos a su hogar conyugal. Cuando llegó, se sorprendió al encontrar una casa completamente vacía. Con el dinero de su padre pudo equiparla, se encargó de comprar cada cosa. Las demandas posteriores se fueron incrementando, el marido exigió un nuevo auto, luego incluso una casa nueva.Los problemas comenzaron cuando Shalini finalmente se dio cuenta de todo el asunto del dinero y comenzó a cuestionar a su esposo. Para ese momento, ya estaba muy segura de que sus suegros tenían la intención de obtener ganancias financieras a través de la dote.“Fue planeado. Se exigió dinero justo después de nuestro matrimonio y justo antes de que me fuera a Estados Unidos. Para ellos era muy conveniente que mi marido tuviera dinero en una cuenta conjunta. El dinero estaba destinado específicamente a mi educación, pero se usó para todo lo demás menos para eso. Si les hubiera dicho: No quiero el dinero, puedo prescindir de la manutención, estoy segura de que me habría divorciado hace mucho tiempo ".Junto a las demandas económicas, comenzaron los abusos físicos y psicológicos. Su suegra empezó a instigar a su marido contra ella. “Un día me golpeó realmente mal. Y ellos (los suegros) simplemente estaban parados allí y no hicieron un mínimo esfuerzo por detenerlo. Sucedió solo un mes y medio después de mi parto, así que no tuve mucha energía para resistir. Quedé con muchos moretones ”.Al parecer, su suegra le habría suplicado a su hijo que "se deshaga de ella de una vez por todas".A Shalini le resultó muy difícil concebir la idea de dejar a su marido, pero le vino a la mente cuando las cosas se volvieron demasiado difíciles de manejar. Sabía que sus padres nunca la apoyarían en esto. Incluso hoy, años después de que ella se separó de él, sus padres todavía esperan que ella regrese con su esposo.Extraído del libro "Broken Mirrors"
En 2017 la Oficina Nacional del Crimen de India
registró casi 7000 muertes relacionadas con la dote. Y puede haber muchas más que
no se denuncian.
Sistema de dote
"La dote es el patrimonio que la futura esposa o
su familia entregan al novio, siendo en muchos casos proporcional al estatus
social de la familia del futuro esposo. Su significado, sería el de contribuir
a la manutención de la propia novia o contribuir a las cargas matrimoniales." (Wikipedia)
Originalmente entre los
antiguos hindúes, presentarse regalos durante una boda era una práctica
cultural obligatoria. Se esperaba que el padre proporcionara a su hija las
mejores ropas y las joyas más caras que pudiera comprar; se esperaba
que el padre de un hijo le diera a la familia de la novia una vaca y un toro.
Este sistema fue
evolucionando, en la época medieval se le daba a la novia un regalo en joyas o
efectivo, para mantener su independencia después del matrimonio o para darle un medio de manutención en caso de
divorcio o viudez.
Durante el período
colonial británico, esta práctica se convirtió en obligatoria, siendo la única
forma legal de casarse. Mientras que en la Inglaterra
victoriana, la dote se consideraba un pago anticipado de la herencia de la hija, en India las mujeres no heredaban la riqueza familiar, por lo que la dote era
justificada como una forma de que la familia les diera su parte a las mujeres.
Aún cuando en
1956 la Ley de Sucesión otorgó a las hijas
los mismos derechos sobre la propiedad familiar y cuando al día de hoy son más las mujeres que se incorporan al mercado laboral, el sistema de dote
continúa vigente.
Una causa de este problema es la sociedad
patriarcal predominante en India, que valora a los hombres sobre las mujeres.
Tradicionalmente, una
novia india se muda con la familia de su esposo, se espera de los hijos varones
que se queden y mantengan a sus padres mientras sus esposas se hacen cargo de
las responsabilidades domésticas. Al trabajo doméstico no se le asigna ningún valor monetario. Por lo tanto,
se considera a la nueva esposa una especie de aprovechadora, a menos que pague
sus gastos de alojamiento y comida con la dote.
Mientras que los niños en
India tienen una “tarifa”, el precio no oficial que vale el chico por la
cantidad de dote que recibirá al casarse,
para las familias con niñas este requisito social hace que sea un asunto
extremadamente costoso. Los padres tienen que reunir suficiente riqueza y
bienes materiales para asegurar que su hija pueda casarse cuando sea mayor de
edad.
Algunas de las dotes
demandadas son bastante opresivas, equivalentes al salario de varios años en
efectivo y pasa a convertirse en una carga importante para la familia
de la novia. El tratamiento de una novia en su hogar conyugal a menudo se ve
afectado por el valor de su dote, como ilustra el caso de Shalini.
Contrariamente a lo que
podría pensarse, las familias que por su posición acceden a proporcionar una alta educación a sus hijos no son menos propensas a la práctica de este sistema. En realidad la educación se convierte en un
factor más para determinar la tasa de mercado del hijo. A mayor educación los
padres solicitarán más como una compensación por sus ingresos futuros, a los
que presumiblemente tendrá acceso la novia.
En 1961, solo 14 años
después de su independencia, India aprobaba la Ley de Prevención de la Dote para
hacer frente a este enorme problema social, como forma de prohibir la práctica
de la dote y empoderar a las mujeres para denunciar las extorsiones por dote.
Esta ley penalizaba dar y recibir dote, recomendando una pena mínima de cinco
años de prisión y una multa equivalente al monto de la dote.
Las enmiendas posteriores
reforzaron la prohibición y la penalización de la práctica. En 1983, se añadió el
artículo 498 (A) al Código Penal, a través del cual no solo el esposo sino también los suegros pueden ser detenidos
y hallados culpables en caso de acoso y
/ o crueldad contra la esposa del hijo. Con la enmienda de 1986 se tipifica homicidios a las muertes por dote y habilita a investigar como muerte por dote todas las muertes
sospechosas de las nuevas esposas dentro de los primeros siete años de matrimonio. Esto representó un logro
histórico para los derechos de la mujer en el país.
Violencia contra las mujeres por dote
A pesar de ello la
mayoría de los casos de violencia de dote no se denuncian.
La violencia en relación
a la dote generalmente es perpetrada por el esposo y/o los suegros en un
intento por conseguir más que lo inicialmente acordado con la familia de la
novia, lo que se traduce en violencia
física, mental o sexual contra la novia, que puede terminar en un asesinato, como las "novias incendiadas”, prendidas
fuego por su esposo y/o sus suegros, que se disfrazan como “accidente de cocina”. Otras veces las novias son conducidas al suicidio, para que el novio pueda
volver a casarse y recoger otra suntuosa dote, pero también están las jóvenes que optan por este camino para evitar empobrecer a sus padres de por vida.
Las normas sociales, la
“santidad” del matrimonio y la falta de ingresos personales impiden que las
mujeres digan la verdad.
Con mayor frecuencia, los
abusos relacionados con la dote se presentan bajo una ley que previene el abuso
doméstico: en 2015, más de 113.000 mujeres denunciaron abusos por parte de sus
maridos o suegros, y 7.646 muertes se clasificaron como relacionadas con
disputas de dote.
La tendencia en la India
actual, con su economía en auge, ahora está alentando precios de dote cada vez más altos entre todos los estratos
socioeconómicos, lo que trae aparejado un aumento de la violencia contra las mujeres.
Las demandas que se
realizan a las familias de las novias han pasado de joyas y dinero en efectivo a
aparatos, automóviles o pisos caros, el pago del alquiler o de las tasas
escolares de los hijos en exclusivos colegios.
Se ha relacionado el
crecimiento de este fenómeno con el crecimiento del consumismo en la sociedad
india y por la jerarquía de estatus tan arraigada.
Algunos estudios sugieren que la situación laboral de las mujeres hace que se presente muy gradualmente una correlación negativa entre las mujeres trabajadoras y la dote. Sería de suponer que a mayor independencia económica de una mujer, menor será el precio de la dote, pero la realidad es que para las familias tradicionales tener una hija de altos ingresos propios supone un aspecto negativo. De acuerdo a las convenciones en los matrimonios arreglados, es casi impensable que la esposa gane más que el marido, por tanto sería necesario encontrar un marido con ingresos superiores, lo que supone también una dote exorbitante.
Los medios le han
dedicado mucha atención al tema por los crímenes relacionados, asimismo son numerosos los estudios académicos, todo ello hace que lentamente se genere una mayor conciencia social acerca de la dimensión y gravedad de este problema. Entre las personas
jóvenes muchas son las que intentan alzar su voz contra este sistema, pero aún
continúa siendo un desafío que va en contra de las arraigadas tradiciones familiares, el corazón de la India.
Fuentes consultadas:
https://pulitzercenter.org/reporting/broken-promise-dowry-violence-india
http://countrystudies.us/india/86.htm
https://mediaindia.eu/society/dowry-the-dark-side-of-indian-weddings/
Broken
Mirrors. The “Dowry problem” in India. Robin Wyatt &Nazia Massod, Sage
Publications India, 2010